Geniol tiene la palabra

Sí!, habló a pesar de haber sido mimo. Famoso por sus presentaciones en los shows de Sumo, el mítico payaso punk brindó el jueves pasado una charla en una escuela de periodismo deportivo de Avellaneda, barrio en el cual reside.
Héctor Rosa, más conocido como Geniol, arribó al establecimiento -muy elegantemente- dispuesto a responder las inquietudes de los estudiantes presentes. El inicio se trató de su propia carta de presentación: "Geniol nació cuando era pibe y vivía arriba del Bar Oriente, en Villa Urquiza. Siempre entretenía a los muchachos del bar haciendo la pantomima de la publicidad de aspirina, con alfileres de gancho en la cabeza".
El señor se autodefinió como un artista, y apenas comenzada la charla, arremetió con su verborragia. Allí mezcló divertidas anécdoctas con algunos consejos de vida. Compartió sus travesuras de pequeño, como por ejemplo, las veces que le arrojaba harina al guarda del bondi, quien se bajaba todo blanco con ansias de cagarlo a trompadas.
También, tuvo oportunidad de referirse a grandes del Rock Nacional como Tanguito, Federico Moura y Miguel Abuelo (de este último desmintió su presunta homosexualidad). Hasta que obviamente, llegó el tema de Sumo. Relató aquella legendaria noche del '82 en el Bar Einstein, en épocas de Guerra con los británicos: "Luca cantaba canciones en inglés y de repente un estúpido que estaba ahí, lo bardea por el hecho de interpretar sus canciones en ese idioma. Obviamente, el Tano se calentó y lo amenazó. Mientras que 'Guliver', que era una bestia gigante, lo agarró a Luca del cuello y lo tiró hasta la otra punta del bar como si nada. Sin embargo, el pelado se levantó para enfrentarlo, hasta que salté yo colgandome del cuello de 'Guiliver'. Me acuerdo que no lo quería soltar, porque si lo hacía, me agarraba a mí y me hacía mierda. Además, los demás integrantes de la banda ni se metieron. Pettinato estaba pendiente de que no le arruinaran el saquito, Daffunchio era un flaquito que no le podía pegar a nadie, y así...". Precisamente esa noche fue testigo de su acercamiento a Luca, a quien siempre define como su "compañero de andanzas". Cuando se le pidió que rescate alguna frase de él: "que hacé bolú", y cuando se le solicitó una anécdota: "almorzar tallarines mientras charlabamos".En la parte final de la charla, hizo mención de su actualidad. Manifestó estar incursionando en "la música electroacústica. No electrónica, eh. El micrófono, por donde salen los sonidos vendría a ser la parte eléctrica, o electrónica. Mientras que la guitarra que yo toco, vendría a ser la parte acústica". A su vez, hizo mención del juicio con el productor Timmy McKern, diciendo que éste se encuentra escondido, por lo cual intuía que la situación legal marchaba bien.
Y ya en el cierre, se refirió al tema Cromagnon. Contó que estuvo en el local de Once poco después de la tragedia, y que un escalofrío recorrió su cuerpo. Además, no escatimó palabras hacia Omar Chabán: "Él es un hijo de puta. Es mentira que siempre ayudó a los artistas. Vos ibas a los baños de Cemento y eran un asco, ahí te podías encontrar con una montaña de escremento. Es culpable, y tiene que pagar por lo que hizo, mucha gente inocente murió por su culpa". Luego de mencionar la última palabra, rompió en llanto...sólo quedaba despedir con un afectuoso aplauso, a este gran e inolvidable personaje de los '80.