Antes de ingresar al Microestadio de Argentinos le pedí a un pibe que me habilitara una moneda, ya que tenía que llamar a mi vieja para decirle que había llegado bien. Concluida la comunicación, ingresé al estadio con la felicidad de un pibe de 6 años que va a los autitos chocones. El ambiente era inmejorable: mucho agite a la espera de sonidos incendiarios.
Mientras tocaba uno de los grupos soportes (Aorta) me clavé un paty. Este hecho desencandenó en una lluvia de agravios hacia mi persona, por parte de un grupito de heavys inadaptados. Se ve que les molestó mi ingesta de carne en plena semana santa. ¿La verdad? me chupan la pija ellos y todos los que pretenden ser más papista que el papa. Mi respuesta a esta manga de botones fue un poco más cordial: "dejadme hacer mi vida en paz, hermanos", les dije.
Yendo a lo que importa, Almafuerte suena como la San Puta. Lo que sí, me sorprendió el Richard haciendo el pasito flogger en "La máquina de picar carne". Lo que no me sorprendió fue el justificado palo al rosarino tragaleche, un grande Iorio reiviviendo aquella vieja frase del querido Carpo: "Fito Páez no es Rock". Además, quiero agregar que el Tano Marciello le rompe al orto a cualquier pseudo 'guitar hero' nacional.
Finalizada la hora de metal argento, me fui a echar un meo. Entre mingitorios debatíamos con los muchachos con qué tema abriría Mötorhead. Pues bien, el barrio de Pappo explotó ni bien sonó "Iron Fist". Ah, en el pogo me lo crucé a Bergoglio. Un capo el cardenal.
Pero más capo es Lemmy Kilmister. Yo diría que es Cristo: todo el mundo debería arrodillarse ante él (pero sería muy peligroso para nuestra zona oral). Con un humilde loguito de fondo te hace un show increíble. Nada de coreografías, escenografías, fuegos artificiales, ni viejos patéticos volando por el aire.
Oh, verruga sagrada, te he de adorar por siempre.
Feliz de la vida, post recital me fui a tomar unas birras con el Ruso Verea. Le pedí que volviera la gloriosa Heavy Rock & Pop.
Ya que estamos, quiero decir que odio al sobapete de Pergolini y su lamida de bolas a bandas pedorras como Kiss y Los Piojos.
Vuelvo a mi estadía por Argentina. Con toda la resaca del mundo, el sábado me la pasé encerrado en un hotel mirando la TV. Allí me enteré que Grassi podría ir en cana, y la verdad que se lo merece por viejo puto y asqueroso. Como diría Telenoche: "con los chicos, no". Ojalá que los presidiarios se lo cojan bien cogido y lo contagien de sida. Yo tengo una fundación también: "Felices los metaleritos". Allí les enseño las letras de Sabbath y Judas, y de paso los purretes aprenden inglés.
Cerrando las pascuas, el domingo fui a ver al club de mis amores, obvio: San Lorenzo. No tuve tiempo de improvisar un trapo agresivo para dedicárselo a esos 11 mercenarios que visten la casaca azulgrana, pero con plegarme al cantito de la hinchada me bastó: "que se vayan todos, que no quede, ni uno solo".
Hoy lunes, me vuelvo para Italia ya que tengo que ensayar con mi banda, Fratello Metallo. Si alguno de ustedes anda por allá, les tiro el chivo: el sábado tocamos en "Repubblica Cromagnoni". Lleven pirotecnia así se pone bueno el show. Arrivederci. Que sea Dios.
(Por Césare Bonizzi, el padre del metal).
4 comentarios:
tiene q salir un guitar hero del Tano, no? jeje
Me mató el Dejadme hacer mi vida en paz, hermanos. Un grande el padre, Ricardo y Lemmy.
Anuario! (?)
El padre tambien se pelara la barba como Botafog....digo Don Vilanova?
Ni idea. Si estuviera en el programa de Pettinato, lo sabríamos (?).
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