Noche de los Muertos

> En los alrededores de Niceto se rumoreaba que había fallecido Michael Jackson, ¿es esto cierto? marche un baldazo de agua fría, entonces. 

> Desde la puerta del local se oían alaridos KurtCobianos (otro que mira crecer las flores desde abajo) que aterrorizaban. Mi duda sobre el artista en cuestión se disipó rápidamente gracias al puto vigilante que tiró la posta: "está tocando 3 pecados, o algo así". Me habían recomendado a los soportes charrúas, pero llegué para el cierre, bo'. 

> Nos fuimos a dar una vuelta por el barrio de Palermo, haciendo tiempo en hermosas calles desérticas. Mi mente cantaba en silencio. Quiero caminar atrás del rincón oscuro y quiero sentir temor. 

 

> Ingresé al cheboli justo cuando Electrón terminaba su set. Por lo visto y escuchado en escasos 2 minutos, valió la pena obviar al segundo grupo telonero. 

> Atenti, llegaron los monos. Él Mató a un Policía Motorizado abrió el juego con Provincia de Buenos Aires, pieza instrumental que guió el camino hacia Navidad en los Santos. 

> La primera gran explosión se produjo con Viejo, Ebrio y Perdido, aunque Chica Rutera supo redoblar el fervor popular.

> Santiago "Chango" Motorizado (voz y bajo) se mostró sorprendido por el deceso del Rey del Pop. Con un dejo de conmoción se refirió a él, y de paso le dedicó Amigo Piedra. Lloren chicos, lloren.

> Una voz que no hablaba bien, aparentemente la de Mike Ontry, le incriminó al cantante su remera de Kiss. "No seas botón" fue la réplica instantánea que salió desde arriba.

> El Día del Huracán tuvo como carta de presentación una oportuna mención al purista Ángel Cappa, el técnico que le gusta a la gente.

> Aun sensible por la pérdida del astro estadounidense, Chango ofreció Guitarra Comunista en su memoria. A esa altura, el homenaje estaba cumplido.

> Mientras la cabeza del líder se iba para atrás cuando transmitía sus emociones, a Niño Elefante se le salía una cuerda de la viola, Pantro Puto permanecía poseído por la distorsión de su guitarra, y Doctora Muerte le daba a la batería sin asco.

> Noche de los Muertos fue un final perfecto, conceptual, épico. En realidad no fue el final.

> La procesión que encaraba lentamente hacia la salida, retornó despavorida al ver que el telón se volvía a abrir. Escupime y Sábado fueron los bises. Grosísimo. 

> Las hordas motorizadas agitaron hasta el cansancio. Una vez más, el indie presenció la celebración del fuego, en la fiesta que nos prometió. 

> Así culmina otra semana repleta de fenecimientos ilustres. Él Mató lo predijo todo en su último disco, y lo confirmó, en un anochecer tan gélido como un cadáver.